Taller Fort 1

Francesca Fort disecciona la presencia canaria de las variedades Malvasía y Albillo

La Doctora María Francesca Fort Marsal, Profesora Titular e Investigadora del Departamento de Bioquímica y Biotecnología adscrita a la Facultad de Enología de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, comandó la pasada semana la ponencia titulada El Origen Canario de las Malvasías Españolas y el Posible Origen Español del Albillo del Monte Lentiscal de Gran Canaria, en una jornada formativa celebrada en la Casa del Vino de Gran Canaria. La Dra. Francesca Fort es la actual coordinadora del área docente de Biología Vegetal y Viticultura de su Departamento y del Área de Biología de la Vid del grupo de Investigación en Tecnología Enológica. Esta genetista y fisióloga vegetal es la máxima especialista en caracterización molecular de las vides locales canarias.

La Dra. Fort presentó la “Hipótesis de Fuencaliente”, la cual, utilizando los perfiles genéticos del Banco de Datos Mundial, concluye que pueden existir 13 variedades que podrían llegar a considerarse Malvasías verdaderas, tanto por su origen en la zona de la costa del mar Adriático de la Península Balcánica y el sur de la Península Itálica (Malvasia Dubrovacka -Malvasía aromática o Malvasía de La Palma-, Malvasia bianca, Malvasia bianca Maccarrone, Malvasia del Lazio, Malvasia del Cilento, Malvasia Istriana, Malvasia bianca lunga, Malvasija Zupska), como por ser filial de cruces con las anteriormente expuestas (Malvasia babosa, Malvasía volcánica -Malvasía de Lanzarote-, Malvasia nera di Brindisi, Malvasia nera di Basilicata) o bien como mutaciones de las originarias (Malvasia Dubrovacka rosada -Malvasía rosada-). A partir de estos resultados se analizaron las tres Malvasías cultivadas en España (Malvasía de la Palma -Malvasía aromática o de Sitges-, Malvasía de Lanzarote -Malvasía volcánica- y la Malvasía rosada, concluyendo que las tres eran verdaderas Malvasía, todo ello tras un exhaustivo estudio. De este modo, también se puede afirmar que, de las Malvasías de origen español, el 100% son canarias (Malvasía de Lanzarote -Malvasía volcánica- y la Malvasía rosada), ya que la Malvasía de La Palma tiene su origen en la Península Balcánica.

En la segunda parte de la ponencia, usando también la misma estrategia anterior ahora focalizada en la bondad de los actuales Albillos españoles, y por lo tanto también de los Albillos canarios (Albillo criollo, Albillo del Monte Lentiscal y Albillo forastero -Forastera blanca o Forastera gomera-), se editó la “Hipótesis de Santa Brígida”. En ella se observaba una pertenencia a la Península Ibérica a través de la relación con la vid silvestre peninsular que nos dará argumentación para definir a los verdaderos Albillos en función del conocimiento de sus cruces, es decir, de quienes eran los padres. Esto se establece a través de la variedad portuguesa Folha de figueira claramente relacionada con la vid silvestre y progenitor del Albillo de Granada.

Así pues, teniendo en cuenta que el Albillo criollo y el Albillo forastero son hermanos de padre y madre, y que sus progenitores son el Verdelho portugués (conocido en Canarias como Verdello) que a su vez es hijo de una variedad centroeuropea muy antigua (Savagnin blanc), y del Palomino fino andaluz, se puede concluir que estas dos variedades junto con el Albillo real (cuyo progenitor conocido es la variedad italiana de la zona norte, conocida como Angostenga), no serían Albillos al conocerse la participación de variedades foráneas en su linaje (en primera o segunda generación).

De esta manera quedan como Albillos verdaderos, las variedades peninsulares más o menos relacionadas con la vid silvestre ancestral peninsular (Albillo de Granada, Albillo del pozo y Albillo del Monte Lentiscal) y las variedades peninsulares mucho más evolucionadas y por lo tanto, alejadas de esta vid silvestre peninsular y próximas a la vid domesticada peninsular (Albillo mayor y su nieta, Albilla dorada).

De esta manera, la “Hipótesis de Santa Brígida” (que se presenta por primera vez) propone que los Albillos con raíces exclusivas en la Península Ibérica sean los Albillos verdaderos. En este sentido, ciñendo las conclusiones a los Albillos canarios, el Albillo criollo y el Albillo forastero, no serían Albillos (falsos Albillos). En cambio, el Albillo del Monte Lentiscal sería un Albillo verdadero por su relación con la vid silvestre ancestral peninsular. También se podría hipotetizar que el Albillo del Monte Lentiscal, podría perfectamente ser un Albillo originario de la Península Ibérica, pero evolucionado respecto a los Albillos peninsulares debido a su adaptación al archipiélago canario y concretamente a la isla de Gran Canaria.

La apertura de la jornada formativa corrió a cargo de Alejandro Báez Acosta, director insular de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo de Gran Canaria, en representación del consejero de Sector Primario y Soberanía Alimentaria, Miguel Hidalgo Sánchez. Por su parte, Pedro Suárez, presidente de la DO Gran Canaria, se mostró muy optimista por los resultados en producción y calidad obtenidos en esta vendimia de 2022 en Gran Canaria, y presentó al joven Fabio Quintero quien hizo una radiografía de la situación actual de la investigación llevada a cabo por la DOP Gran Canaria. Quintero es miembro de Vinigran (Federación Insular de Asociaciones del Sector Vitivinícola de Gran Canaria) y está trabajando en el proyecto Plan Vitivinícola de Gran Canaria, iniciado por la Consejería de Sector Primario y Soberanía Alimentaria del Cabildo de Gran Canaria. También estuvo presente en la introducción la presidenta de la Ruta del Vino de Gran Canaria, Sandra Armas.

El acto concluyó con una cata descriptiva de tres vinos de Malvasía de Lanzarote vinificados en Gran Canaria por tres bodegas en distintos puntos geográficos. La llevó a cabo la presidenta del Comité de Cata de la DOP Gran Canaria, Marisol Losada, junto a la viticultora y secretaria del Comité de Cata, Josefina Rojas.



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